8.8.13

En búsqueda (la compra) de la felicidad


Con el título no quiero hacer alusión a todas esas campañas antimaterialistas que te dicen que el comprar cosas no te hace feliz. No, esta vez voy un poco más allá. 
Me refiero a la inquietud que tiene mucha gente de encontrarse a sí mismo en un mundo individualista en el que la religión ya sólo es para abuelitas y gente ortodoxa. La gente ahora quiere llegar al sentido de la vida (no la de Monty Python) por otras corrientes, las cuales muchas son del New Age. Y puedo citar muchas: Pare de Sufrir, Cienciología, etc... Sin embargo quiero hablar de la sociedad en general y a los límites que tiene que llegar para caer en este tipo de "asociaciones" que terminan siendo sectas y que sólo comienzan a drenarte el bolsillo y lavarte la mente para llegar a un fanatismo estupendo en el cual las personas de sus sectas se vuelven completamente intolerantes a la sociedad.

¿Por qué llego a este tema? 

Primero por la corrupción que se ha generado sobre las corrientes auténticas que tratan de crear un camino a la "felicidad" sin tener que caer en libros de superación personal.
Son ámbitos que primero te atrapan fingiendo ser lo que tu buscas para en realidad engatuzarte. 

Hoy en día cada cosa que te hace sentir feliz y pleno tienes que pagarlo, dicen que tienes que sacrificar cosas para lograr tus objetivos, pero llega el punto en el que lo ven como negocio y se exceden en el cobro de cada una de las actividades.

Cada individuo tiene sus pasiones, lo interesante viene cuando esa pasión real es corrompida por un negocio tal que se vuelve inalcanzable para el que verdaderamente ama esa actividad y entonces sólo los que tienen el poder adquisitivo para pagarlo pueden ejercerlo, sin embargo también es un sector de la población que es hedonista y por lo tanto cada una de las actividades ya no las realiza por pasión ni con la verdadera dedicación que se merece tal o cual actividad pues se llega convertir en moda y en cierto caché, mientras la actividad a realizar se sigue corrompiendo por que empiezan a ver que es algo que llena los bolsillos por llegar a ser una moda y que la gente con tal de seguir la moda va a pagar por ella. Y la gente que verdaderamente se apasiona ¿con qué se queda?

Es triste ver como la gente cae en este tipo de redes, no sé si es por ignorancia o por que verdaderamente hay una desesperación tal por pertenecer a algo que te haga feliz, no dudo que hay casos de personas que se dan cuenta de que en lo que están metidos es vil manipulación y sacadera de dinero y lo dejan por su propio bien pero de verdad hay gente que crea una codependencia tal que está dispuesta a sacarse un riñón para seguir perteneciendo a ese grupo y seguir sintiéndose "felices" hasta que llega el punto en el que se dan cuenta que esa felicidad es efímera, que en realidad no cuentan para nada con su grupo por que a ellos no les importan las personas y entonces caen en depresión, y logran salir hasta que encuentran otro grupo que les vende otra vez esa felicidad y vuelven a caer y a pagar para que los hagan felices.

En realidad el problema radica en uno mismo. El trabajo es individual y queremos evadir nuestra propia responsabilidad de hacernos felices sin que nadie nos diga la receta mágica para serlo. ¿Cómo nos damos cuenta de eso? No lo sé a ciencia cierta, pero si puedo decir que yo he caído en una que otra trampa del "camino fácil". Ahora no sé si por mi camino recorrido me he vuelto un poco más perspicaz o porque ya me dí cuenta que no tengo otra opción más que hacerme cargo de mi misma sin echarle la culpa a los demás de mis desgracias. 

Me da mucha tristeza ver como se corrompen las corrientes, inician con algo fuerte y prometedor y terminan en la incongruencia total y la ambición de querer recibir más dando lo menos, pues ahora tenemos que pagar para que nos digan cómo ser felices (según ellos).


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