9.7.13

Places

Hay lugares que sin duda detonan memorias que no imaginarías que están en lo más recóndito de tu cerebro. Como aquellos lugares donde solías jugar en tu infancia, o donde te dieron tu primer beso. 
Te das cuenta que algunos lugares albergan emociones tan fuertes y que tenías tan reprimidas que no logras contenerte cuando regresas a ellos. 
Normalmente logro disociar ese sentimiento a sólo un pensamiento o un recuerdo que me ayuda a seguir adelante o simplemente lo dejo pasar. Nunca me había pasado que estando en un lugar me llegaran de repente flashazos de recuerdos que no habían salido en ningún momento de mi vida, hasta que estuve ahí.
Hoy me pasó con un lugar en específico. La iglesia de las Tres Marías.

Esta iglesia está cargada de recuerdos de mi infancia. Mi abuelita solía llevarme ahí cuando era pequeña, muy pequeña. Posteriormente murió y cada mes la familia le organizaba una misa en esa iglesia. Hoy regresé, hoy entré fácil después de no haber entrado en 16 años. Entré con otro fin, ya no a misa aunque había misa, entré a visitar a una amiga que se encuentra ahí. Se mezclaron entonces muchas cosas: Mi amiga, los recuerdos de mi abuelita y de nuevo toparme con esa sensación del tiempo no tiempo. Más por que estando en el área de los nichos pude observar todo aquello que observaba cuando era pequeña. Sin duda me impresionó que todo siguiera casi igual. Y esos íconos emblemáticos estudiados por mi una y otra vez por que la misa me aburría y me dedicaba a ver todo lo que tenía a mi alrededor. Casi los mismos cánticos.

Entonces me pongo a pensar en toda aquella gente que se va de sus lugares de origen, los que vivieron toda una infancia en un lugar y después se fueron. Cuando regresan.

De repente me entró nostalgia.

De repente me doy cuenta de todo lo que he vivido.

Y de las personas que dejan de caminar a mi lado.

Y de que año con año me miro al espejo y el tiempo pasa.

No como con ellos que los recordaré igual siempre.

Se vuelve a cerrar un ciclo vital.

Y entonces la vida sigue.

Y entonces sigues caminando con personas que tal vez nunca creíste conocerías.

Y es un torbellino tan intenso de emociones y pensamientos, 

Y todo pasa tan rápido,

Que siento que no he podido terminar de asimilar.

De todos modos quiero seguir pisando lugares y empaparlos de experiencias mías. 


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