19.2.12

Como si quisiera perderme en un bosque y en el momento más grande de mi preocupación gritar hasta quedarme sin voz, sin aliento y al fin sin alma...

Concreta y específicamente hablando, he corrido en círculos a lo largo de toda mi vida. Caigo con uno tras otro, todos diferentes pero iguales. Cómo es posible que me sea tan fácil a unos simplemente decirles que no y a otros me engancho aunque sean peores al anterior. Al final qué queda? Pues que me vuelven a pegar en el puritito orgullo, en el "te lo dije" a mi misma en la contrariedad de mi misma.... No exijo, o exijo de una manera peculiar... exijo de la única manera en la que se exigir, dando.... Qué tan diferente soy en ese caso?

Lo único que me resta decir es:
Ahorita no por que la voy a cagar...

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